El médico Manuel Altamirano fue elegido diputado suplente por Querétaro para el Primer Congreso Constitucional (1825-1826) el 3 de octubre de 1824, en la votación en la que José Francisco Olvera y Antonio Cabeza de Vaca fueron elegidos diputados propietarios. Sin embargo, el diputado titular Francisco Olvera falleció el 29 de enero de 1825 (Águila Mexicana, 2 de febrero de 1825), apenas iniciado el periodo de sesiones. Por ello, Altamirano tomó el cargo. Sus credenciales fueron presentadas el 4 de febrero y aprobadas el 7 de febrero, cuando juramentó y tomó asiento en la Cámara (Águila Mexicana, 9 de febrero de 1825).
Su participación legislativa, documentada en los periódicos Águila Mexicana y El Sol (1825-1826), abarca debates sobre política fiscal, propiedad intelectual, organización militar, justicia, libertad de prensa, introducción de especies animales, contadurías, rogativas públicas, viáticos, facultades extraordinarias, caminos, educación y memoria histórica, reflejando su compromiso con el desarrollo nacional y los ideales republicanos.
Sesiones clave
- 15 de febrero de 1825 (El Sol, 17 de febrero): Altamirano se opuso al dictamen de las comisiones de hacienda y minería que rechazaba reimponer derechos a los metales, propuesto por el ministro de hacienda. Junto con el diputado Dondé, argumentó en contra, aunque sus razones, descritas como una “figura compuesta” que provocó burla, no fueron tomadas en cuenta. La cámara aprobó el dictamen, con Altamirano y Dondé como únicos votos en contra.
- 16 de febrero de 1825 (Águila Mexicana, 18 de febrero): Continuó la discusión sobre los derechos a los metales. Altamirano argumentó que no aprobaba gravar excesivamente el oro y la plata, pero sugirió que no era el momento de rebatir al ministro. Propuso un sistema fiscal equitativo donde minería, agricultura, y comercio contribuyeran recíprocamente, señalando que el apartado generaba más gastos que utilidades. Votó en contra del artículo aprobado, junto con Dondé.
- 22 de febrero de 1825 (Águila Mexicana, 24 de febrero): Apoyó el dictamen sobre la instalación de la Suprema Corte de Justicia, votando a favor en lo general.
- 7 de marzo de 1825 (Águila Mexicana, 9 de marzo): Votó a favor del artículo 7 sobre privilegios exclusivos, permitiendo a inventores solicitar ampliaciones al Congreso, reflejando su interés en la innovación.
- 9 de marzo de 1825 (El Sol, 11 de marzo): Apoyó el artículo 8, que requería a inventores obtener una patente para usar sus industrias como privilegiados, respaldando un marco legal para la propiedad intelectual.
- 10 de marzo de 1825 (Águila Mexicana, 12 y 13 de marzo): Manuel Altamirano votó a favor de celebrar el reconocimiento de la independencia por Gran Bretaña con ceremonial de fiestas nacionales y de los artículos 12, 13, y 15 sobre privilegios exclusivos. Estos artículos protegían los derechos de inventores, establecían condiciones para perder privilegios, y facultaban al gobierno para emitir un reglamento de patentes.
- 11 de marzo de 1825 (El Sol, 14 de marzo): Apoyó unánimemente el dictamen sobre la instalación de la Suprema Corte de Justicia, respaldando la fecha propuesta para su juramento.
- 13 de marzo de 1825 (El Sol, 16 de marzo): Manuel Altamirano votó a favor en lo general del dictamen sobre habilitar puertos para el comercio de cabotaje, propuesto por Covarrubias, aunque la discusión se suspendió.
- 15 de marzo de 1825 (Águila Mexicana, 17 de marzo; El Sol, 17 de marzo): Participó en el debate sobre la publicación del decreto 128 de 1824, que integraba oficiales veteranos a la milicia activa. Altamirano votó a favor del artículo, aprobado por 26 votos contra 23, pero salvó su voto en la declaración de que no se requería el artículo 60 de la Constitución (dos tercios de votos), junto con Velez, Dondé, Gómez Anaya, Fernández, Arce, González Sansalvador, Villegas, Portugal, Aznar, Santacruz, y Ortega, mostrando su preocupación por el procedimiento legislativo.
- 16 de marzo de 1825 (Águila Mexicana, 18 de marzo; El Sol, 18 de marzo): Manuel Altamirano votó a favor de los artículos 1 y 2 sobre la introducción de camellos, dromedarios, guanacos, alpacas, vicuñas, y castores, facultando al gobierno para premiar a los introductores con 400 pesos por par de las tres primeras especies y 100 pesos por las otras, y 100 pesos por crías de camellos/dromedarios y 25 pesos por otras especies. También apoyó el dictamen para archivar una ley de Valladolid sobre servicios independentistas, considerando que no contravenía leyes generales.
- 17 de marzo de 1825 (Águila Mexicana, 19 de marzo): Manuel Altamirano votó a favor del artículo 3, que exigía fianza a los introductores de animales para no sacarlos del país, asegurando el beneficio nacional, junto con Torrescano, Reynoso, Peña, Covarrubias, Franco Coronel, Díaz de Luna, Castilblanqui, Dieguez, Puente, Cañedo, Robles, Bustamante, Aznar, Camarillo, Zaldivar, Riva, Cerraton, Arce, Carpio, González Sansalvador, Mimiaga, Mesa Jiménez, Obando, Gutiérrez, y Velez.
- 18 de marzo de 1825 (Águila Mexicana, 20 de marzo): Manuel Altamirano votó en contra del artículo 4 sobre la introducción de camellos, llamas, etc., que proponía eximir de derechos la importación de estos animales y otorgarles privilegios de nuevos plantíos, junto con Llave, González Angulo, Valentín, Heras, Febles, Reynoso, Covarrubias, Peña, Dieguez, Portugal, Villegas, Aznar, Quiroga, Enriquez, Camarillo, Foncerrada, Zaldivar, González Sansalvador, Escalante, Mimiaga, Riva, Ocampo, Cerraton, Arce, Serrano, Carpio, Obando, Mesa Jiménez, Gutiérrez, Álvarez, y Martínez de los Ríos. Argumentos en contra señalaron que privilegios exclusivos limitarían la propagación de los animales, mientras que el premio pecuniario era suficiente.
- 21 de marzo de 1825 (Águila Mexicana, 23 de marzo): Manuel Altamirano votó en contra del artículo 1 del dictamen de la segunda comisión de hacienda, que asignaba 4,000 pesos anuales a los contadores de hacienda y crédito público, junto con Peña, Portugal, Sozaya, Pando, Carpio, Ibarra, y Velez. Argumentó que el sueldo era excesivo comparado con el de los ministros de la Suprema Corte (4,000 pesos) y propuso 3,000 pesos, alineándose con Fernández, quien destacó la mayor responsabilidad de los ministros. Sin embargo, la mayoría aprobó los 4,000 pesos, considerando la necesidad de independencia financiera de los contadores.
- 22 de marzo de 1825 (El Sol, 24 de marzo): Manuel Altamirano votó a favor de los artículos 2 y 3 del dictamen de la segunda comisión de hacienda. El artículo 2 incluía el sueldo de los contadores y el presupuesto de sus oficinas en el presupuesto mensual de la cámara, aprobado con Altamirano y la mayoría, salvo Peña y Velarde en contra. El artículo 3 establecía que el título de los contadores sería un oficio firmado por el presidente de la cámara y autorizado por dos secretarios, con una adición de Febles para notificar al gobierno, aprobado con Altamirano y la mayoría, salvo Dieguez y Peña en contra.
- 23 de marzo de 1825 (Águila Mexicana, 26 de marzo): Manuel Altamirano votó a favor del dictamen de la comisión de guerra que proponía que los oficiales amnistiados fueran acreedores a sus sueldos desde el día de su presentación a una autoridad civil o militar, junto con la mayoría unánime. También apoyó la adición de Fernández, “dentro del territorio mexicano,” aprobada con Llave, Heras, Torrescano, Febles, Covarrubias, Tamariz, Paz, Martínez de los Ríos, Castilblanqui, Valentín, Portugal, Puente, Cañedo, Camarillo, Martínez Zurita, Serrano, Escalante, Riva, Gómez Anaya, Arce, Ocampo, Lebrija, Pando, González (d. Justo), Quiroga, Carpio, Gutiérrez, Mimiaga, Mesa Jiménez, Díaz Luna, Lombardo, Dondé, Velez, y el Presidente, salvo Dieguez y Aznar en contra. Además, votó a favor de remitir a la comisión de legislación un expediente sobre abusos en levas militares, propuesto por González Angulo, y de archivar un dictamen sobre guarniciones marítimas.
- 24 de marzo de 1825 (Águila Mexicana, 27 de marzo): Manuel Altamirano votó a favor de dos dictámenes de la comisión de instrucción pública. El primero aprobaba devolver al gobierno la exposición de José María Ortiz, por no ser competencia del Congreso, respaldado unánimemente por Altamirano y otros. El segundo aceptaba la obra Reflecciones médicas sobre las enfermedades espasmódico-hipirianas de Chavert, agradeciendo su contribución, aprobado hasta la palabra “Chavert” por Altamirano y la mayoría, excluyendo la frase “en nombre de la humanidad doliente” por considerarla excesiva.
- 26 de marzo de 1825 (Águila Mexicana, 28 de marzo): Manuel Altamirano votó a favor del artículo 1 sobre rogativas públicas, que aprobaba el decreto del Senado para realizar rogativas solemnes el primer domingo de enero en que el Congreso renovado abriera sesiones, para implorar el acierto del mismo. El artículo fue aprobado tras un empate inicial (24 votos a favor y 24 en contra), con Altamirano votando a favor junto con Llave, Torrescano, Bracho, Febles, Covarrubias, Díaz Luna, Paz, Martínez de los Ríos, Dieguez, Valentín, Sozaya, Vega, Henriquez, Ocampo, Zurita, Serrano, Riva, Gómez Anaya, Cerraton, Gutiérrez (d. Eusebio), González (d. Justo), Lebrija, Monjardín, Obando, Mesa Jiménez, y Arce, contra Heras, Reynoso, Peña, Tamariz, Portugal, Ortega, Cañedo, Aznar, Gutiérrez (d. Joaquín), Camarillo, Escalante, González Angulo, Carpio, Ibarra, Mimiaga, Pando, Blanco, Lombardo, Álvarez, Dondé, y el Presidente. Altamirano respaldó la medida, que invocaba el artículo 3 de la Constitución para proteger la religión con leyes justas, aunque algunos argumentaron que afectaba la autonomía estatal.
- 28 de marzo de 1825 (Águila Mexicana, 30 de marzo): Manuel Altamirano votó a favor del artículo 2 sobre rogativas públicas, que establecía que los gobernadores de los estados señalarían el día para la rogativa, y en el distrito y territorios de la federación lo haría el presidente de los Estados Unidos. Fue aprobado por Altamirano junto con Llave, Díaz Luna, Martínez de los Ríos, Castilblanqui, Valentín, Covarrubias, Paz, Robles, Bracho, Dieguez, Heras, Puente, Bustamante, Velarde, Ortega, Foncerrada, Martínez Zurita, Riva, Ocampo, Cerraton, González (d. Eusebio), Monjardín, Lebrija, Carpio, Ibarra, González (d. Justo), Mesa Jiménez, Obando, Blanco, Arce, Sozaya, y otros, contra Torrescano, Reynoso, Peña, Cañedo, Camarillo, Zaldivar, Escalante, Santacruz, Pando, Mimiaga, Lombardo, Velez, Álvarez, y el Presidente. También votó a favor del dictamen de la comisión de legislación sobre la devolución a Chihuahua de un expediente sobre esclavos, para que obrara conforme a las leyes, respaldado unánimemente. Además, apoyó los cinco artículos de adiciones a la ley de privilegios exclusivos, aprobados en votaciones nominales, con la excepción del artículo 2, donde Mesa Jiménez y Obando votaron en contra, y del artículo 3, donde Fernández votó en contra.
- 29 de marzo de 1825 (Águila Mexicana, 31 de marzo; El Sol, 2 de abril): Manuel Altamirano votó a favor del artículo 5 de las adiciones a la ley de privilegios exclusivos, aprobado por Llave, Torrescano, Febles, Covarrubias, Peña, Tamariz, Díaz Luna, Paz, Castilblanqui, Dieguez, Valentín, Sozaya, Puente, Villegas, Robles, Aznar, Bustamante, Velarde, González (d. Joaquín), Camarillo, Foncerrada, Zaldivar, Martínez Zurita, Serrano, Riva, Mimiaga, Lebrija, Escalante, Cerraton, Arce, Santacruz, Ocampo, Carpio, Monjardín, Pando, Mesa Jiménez, Obando, Ibarra, González (d. Eusebio), Lombardo, Velez, Dondé, y el Presidente, contra Reynoso, Martínez de los Ríos, González (d. Justo), Heras, y Enriquez. También apoyó el dictamen de la comisión de justicia que devolvía a Carlos Carlton Work su solicitud sobre esperas para seguirla en el gobierno, y el dictamen que devolvía a Rafael Rosas su solicitud de esperas para que acudiera al tribunal competente, salvando el voto de Enriquez.
- 30 de marzo de 1825 (Águila Mexicana, 1 de abril; El Sol, 4 de abril): Manuel Altamirano votó en contra del artículo 1 del dictamen de la comisión de industria sobre adiciones al proyecto de ley para la introducción de camellos, dromedarios, etc., junto con Fernández, Paz, Dieguez, Velarde, Puente, Cañedo, Ortega, Bustamante, Gutiérrez (d. Joaquín), Zaldivar, Gutiérrez (d. Eusebio), Zurita, Riva, Cerraton, Díaz Luna, y Tamariz, contra Reynoso, Febles, Bracho, Peña, Covarrubias, Martínez de los Ríos, Heras, Valentín, Aznar, Camarillo, Foncerrada, Vega, Enriquez, Serrano, Escalante, Ocampo, Gómez Anaya, Arce, Lebrija, Carpio, Santacruz, González (d. Justo), Mimiaga, Mesa Jiménez, Villegas, Obando, Lombardo, Álvarez, y el Presidente. Sin embargo, votó a favor del artículo 4 del mismo dictamen, aprobado por Reynoso, Bracho, Peña, Covarrubias, Tamariz, Paz, Martínez de los Ríos, Velarde, Díaz Luna, Puente, Cañedo, Villegas, Aznar, Gutiérrez (d. Joaquín), Camarillo, Foncerrada, Zaldivar, Enriquez, Serrano, Escalante, Riva, Gómez Anaya, Cerraton, Arce, Carpio, Ibarra, González (d. Joaquín), Obando, Mesa Jiménez, Lombardo, Velez, Álvarez, y el Presidente, contra Dieguez, Valentín, Vega, y Ocampo. También se opuso al dictamen de la comisión de gobernación sobre viáticos para diputados, que proponía pagar a los legisladores que viajaran por mar o tierra según el camino elegido. Altamirano, junto con Heras, Reynoso, Febles, Bracho, Peña, Covarrubias, Franco, Dieguez, Robles, Puente, Cañedo, Bustamante, González (d. Joaquín), Velarde, Camarillo, Foncerrada, Zaldivar, Riva, Escalante, Ocampo, Arce, González (d. Eusebio), Ibarra, Cerraton, Velez, Álvarez, y el Presidente, votó en contra, argumentando que la ley existente (4 pesos por legua) no distinguía entre caminos y que el dictamen podía exponer a los diputados a influencias ministeriales. El dictamen fue devuelto a la comisión para su reformulación.
- 5 de abril de 1825 (El Sol, 8 de abril): Manuel Altamirano votó en contra del dictamen de la comisión de hacienda que proponía devolver al gobierno el expediente de Doña Inés de Jauregui, viuda de José de Iturrigaray, para que procediera conforme al decreto de la materia. Altamirano se alineó con Heras, Martínez de los Ríos, Portugal, Ortega, Robles, Puente, Velarde, Camarillo, Foncerrada, Zaldivar, Henriquez, Martínez Zurita, Serrano, Ocampo, Monjardín, Lebrija, Santacruz, González (d. Justo), Carpio, Gutiérrez (d. Joaquín), Quiroga, Riva, Gómez Anaya, Velez, y Dondé, contra Llave, Febles, Reynoso, Bracho, Zozaya, Tamariz, Ornes, Díaz Luna, Paz, Castilblanqui, Valentín, Vega, Cañedo, Aznar, Fernández, Escalante, Cerraton, Arce, González (d. Eusebio), Ibarra, Mimiaga, Mesa Jiménez, Obando, Peña, Dieguez, Franco, Villegas, Covarrubias, Lombardo, Álvarez, y el Presidente. Henriquez argumentó que el dictamen debía volver a la comisión por dudas sobre la aplicación de la ley, postura que Altamirano respaldó.
- 6 de abril de 1825 (Águila Mexicana, 8 de abril): La sesión abordó el dictamen de la comisión de hacienda sobre el expediente de doña Inés de Jáuregui, viuda de un general, relacionado con deducciones al capital y réditos durante la revolución. Altamirano votó en contra del dictamen, que proponía devolver el expediente al gobierno para que procediera conforme a la ley. Manuel Altamirano se opuso junto a diputados como Heras, Portugal, Enriquez, Carpio, y otros (total: 21), contra un grupo mayoritario que incluía a Cañedo, Reynoso, Peña, Lombardo, Arce, Cerratón, Mesa Jiménez, y otros (total: 29). La moción fue aprobada por la mayoría. La oposición de Altamirano sugiere una postura cautelosa hacia las decisiones fiscales que pudieran afectar a viudas de militares, posiblemente buscando un análisis más profundo en la comisión (como propuso Enriquez) antes de delegar al gobierno. Su voto lo alineó con algunos conservadores (Heras, Carpio) y federalistas (Portugal), pero lo distanció de aliados habituales como Mesa Jiménez, Arce y Cerratón, indicando que en temas hacendarios no siempre seguía un bloque estricto.
- 7 de abril de 1825 (Águila Mexicana, 9 de abril): Se discutió un dictamen de la comisión de gobernación sobre la prelación entre gobernadores estatales y comisarios generales en actos públicos. Manuel Altamirano votó a favor del dictamen, que priorizaba a los gobernadores, reforzando la autonomía estatal. Apoyó la moción junto a un amplio grupo que incluía a Cañedo, Portugal, Osores, Cerratón, Arce, Mesa Jiménez, Mimiaga, y otros (total: 54), contra solo dos opositores (Enriquez y Lombardo). Este voto refleja el federalismo de Altamirano, alineándose con Cañedo en un tema que defendía la soberanía estatal frente al centralismo. A pesar de sus diferencias ideológicas (Cañedo era masón y anticlerical), coincidieron en priorizar a los gobernadores sobre los comisarios generales, quienes dependían del gobierno federal. Esto muestra la complejidad de las alianzas en el Congreso, donde intereses estatales podían unir a diputados con posturas religiosas opuestas.
- 8 de abril de 1825 (Águila Mexicana, 10 de abril; El Sol, 12 de abril): Se debatió un dictamen de la comisión de hacienda que proponía asignar una pensión de 2,000 pesos anuales al exministro José Domínguez, con la condición de que cesara si obtenía un destino de igual o mayor sueldo. Altamirano se opuso al dictamen, pidiendo más claridad sobre las cantidades recibidas previamente por Domínguez. Manuel Altamirano solicitó que se leyera un decreto de la junta instituyente que, según él, facultaba al gobierno a pagarle a Domínguez entre 18,000 y 20,000 pesos a cuenta de sus sueldos. Esto indica su interés en verificar los antecedentes financieros antes de aprobar la pensión, reflejando una postura fiscalmente responsable. En lo general, Altamirano votó en contra junto a Cañedo, Heras, Paz, Cerratón, Arce, Eusebio Gutiérrez, y otros (total: 10), frente a un grupo mayoritario que incluía a Portugal, Osores, Ibarra, Lombardo, y otros (total: 29). La moción fue aprobada por la mayoría. En el artículo específico, Altamirano volvió a oponerse, esta vez con un grupo más amplio que incluía a Cañedo, Heras, Paz, Enriquez, Mesa Jiménez, Pando, y otros (total: 24), contra Portugal, Osores, Ibarra, Lombardo, y otros (total: 22). El artículo fue rechazado. La oposición de Altamirano refleja su preocupación por la transparencia fiscal, especialmente en un contexto de dificultades económicas para la hacienda pública (como señaló Paz). Aunque coincidió con Cañedo en este voto, sus motivaciones diferían: Cañedo, como masón y liberal, se oponía por principios anticentralistas y económicos, mientras que Altamirano buscaba claridad en los antecedentes. Su intervención activa (pidiendo leer el decreto) contrasta con su perfil reservado, mostrando que, en temas hacendarios, estaba dispuesto a participar para garantizar decisiones informadas. En la misma sesión, Altamirano votó a favor de un dictamen que permitía cobrar desde luego el 3% de derecho de consumo a efectos extranjeros en los territorios de la federación, alineándose con Cañedo, Reynoso, Cerratón, Arce, Mesa Jiménez, y otros (total: 48), contra solo cuatro opositores (Osores, Paz, Carpio, Lombardo). Esto refuerza su apoyo a medidas fiscales que fortalecieran a los estados y territorios, consistente con su federalismo.
- 9 de abril de 1825 (Águila Mexicana, 11 de abril; El Sol, 13 de abril): Se discutió un dictamen de la segunda comisión de hacienda que proponía que la asignación de sueldos a los contadores de la contaduría mayor pasara por los trámites de una ley (es decir, requiriera aprobación del Senado). Altamirano votó a favor del dictamen, apoyando la intervención de ambas cámaras. Apoyó la moción junto a Cañedo, Enriquez, Paz, Cerratón, Arce, Mesa Jiménez, Carpio, y otros (total: 41), contra un grupo menor que incluía a Reynoso, Osores, Lombardo, y otros (total: 7). El voto de Altamirano refleja su apoyo a un proceso legislativo más riguroso, asegurando que las decisiones sobre sueldos públicos fueran revisadas por ambas cámaras, lo que podía evitar abusos del gobierno federal. Esto es consistente con su federalismo, ya que limitaba el poder unilateral de la Cámara de Diputados y garantizaba un equilibrio con el Senado, protegiendo la independencia de los contadores frente al Ejecutivo.
- 11 de abril de 1825 (Águila Mexicana, 13 de abril): Se discutió el dictamen de la comisión segunda de hacienda sobre la suspensión de la escala de empleados públicos, que el gobierno quería reformar para priorizar mérito y aptitud en la colocación de agentes, contra la postura de algunos diputados que defendían la escala como garantía contra la arbitrariedad. Manuel Altamirano votó en contra del dictamen, alineándose con Dieguez, Enriquez, Escalante, Arce, y Covarrubias (total: 7), frente a una mayoría que incluía a Cañedo, Paz, Portugal, Cerratón, Mesa Jiménez, y otros (total: 47). Su oposición refleja su apoyo a la escala de empleados, coincidiendo con argumentos de diputados como Valentín, quien advirtió que eliminarla abriría la puerta a la arbitrariedad del gobierno, afectando la seguridad de los empleados públicos. Esto refuerza su postura federalista, que priorizaba leyes que limitaran el poder central y protegieran a los ciudadanos frente a decisiones discrecionales.
- 12 de abril de 1825 (Águila Mexicana, 15 de abril): Se discutió un dictamen de la comisión de puntos constitucionales sobre si los derechos civiles y políticos de los diputados y senadores podían ser modificados por las legislaturas estatales. Altamirano propuso suspender la discusión hasta el día siguiente, pero su moción fue rechazada. Su propuesta indica un enfoque reflexivo, buscando más tiempo para analizar un tema delicado que tocaba la soberanía estatal y los derechos de los legisladores. Aunque no prosperó, muestra su interés en un debate más profundo sobre el equilibrio entre el poder federal y estatal.
- 15 de abril de 1825 (Águila Mexicana, 18 de abril): Altamirano votó a favor del artículo 6 del dictamen sobre penas a desertores, que establecía castigos de 4 meses de trabajos en cuartel y 4 años de recargo para desertores en tiempo de paz, con incrementos por reincidencia. Fue aprobado por 41 votos contra 5, con Altamirano apoyando junto a Llave, Reynoso, Covarrubias, Tamariz, Paz, Martínez de los Ríos, Castilblanqui, Valentín, Sozaya, Villegas, Aznar, Camarillo, Zaldivar, Enriquez, Martínez Zurita, Serrano, Escalante, Riva, Ocampo, Gómez Anaya, Cerraton, Arce, González (d. Eusebio), Monjardín, Lebrija, Carpio, Ibarra, González (d. Justo), Mesa Jiménez, Obando, Santacruz, Lombardo, Velez, Dondé y el Presidente, contra Febles, Dieguez, Portugal, Fernández y Pando.
- 16 de abril de 1825 (Águila Mexicana, 20 de abril): Manuel Altamirano votó en contra del artículo 7 del mismo dictamen, que permitía a los desertores presentarse dentro de 8 días para recibir penas correccionales en lugar de castigos más severos, pero castigaba la reincidencia con mayor rigor. Altamirano se opuso junto con Febles, Dieguez, Portugal, Fernández y Pando (total: 5), contra la mayoría que incluía a Cañedo, Paz, Cerratón, Arce y otros (total: 39). Argumentó que las penas propuestas eran excesivas y propuso eliminar los azotes, sugiriendo castigos más humanitarios, pero su postura fue minoritaria.
- 19 de abril de 1825 (Águila Mexicana, 21 de abril): Manuel Altamirano pronunció un discurso en defensa de los derechos de los diputados de Querétaro frente a una propuesta del diputado Cañedo, quien pedía que el Congreso revisara las leyes estatales para evitar contradicciones con las leyes generales. En dicha sesión se retomó el debate sobre los derechos civiles y políticos de los diputados frente a una ley de Querétaro que suspendía a los diputados del ejercicio de la abogacía durante su mandato. Altamirano pronunció un discurso, citando a Cicerón (De Officiis, Libro I, capítulos 24-25) para argumentar que los legisladores deben priorizar el bien de la patria sobre intereses personales. Defendió la soberanía de Querétaro, argumentando que la ley era una medida de precaución válida dentro de su jurisdicción interna, y que el Congreso general ya había tomado medidas similares al suspender a empleados federales para evitar conflictos de interés. Cuestionó el dictamen de la comisión por su ambigüedad y sugirió que se reformulara para permitir a las legislaturas estatales regular a los abogados (incluidos los diputados) en sus tribunales, sin afectar su soberanía ni el decoro de las cámaras. En la votación, Altamirano votó en contra del dictamen, que protegía los derechos de los diputados frente a las legislaturas estatales, junto a Paz, Dieguez, Enriquez, Martínez Zurita, y otros (total: 11), frente a una mayoría que incluía a Cañedo, Portugal, Cerratón, y otros (total: 31). El dictamen fue aprobado. Sin embargo, su discurso y voto reflejan un federalismo firme, defendiendo la autonomía de los estados para regular profesiones como la abogacía, incluso si afectaba a los diputados.
- 20 de abril de 1825 (Águila Mexicana, 22 de abril): Se debatió la representación del diputado Bravo por Colima, cuestionada por la falta de datos precisos sobre la población del territorio, necesaria para justificar su voto (según el artículo 14 de la ley electoral). Altamirano votó a favor de discutir el tema, junto a Heras, Torrescano, Paz, Martínez de los Ríos, Cerratón, Arce y otros (total: 35), contra Reynoso, Cañedo, Covarrubias y otros (total: 11). Sin embargo, en la votación final, se abstuvo, junto a Velarde y Ortega, mientras la mayoría aprobó la representación de Bravo (total: 32 a favor). Su voto inicial refleja un enfoque cauteloso, pero su abstención final sugiere dudas sobre los datos presentados, alineándose con críticos como Dieguez, quien argumentó que la guerra había afectado el crecimiento demográfico.
- 21 de abril de 1825 (Águila Mexicana, 24 de abril): Se aprobó el acta previa y resolvió que las licencias de Gómez Fuente, Martínez de los Ríos y Mimiaga pasaran a la comisión de justicia. Se discutió establecer dos correos mensuales y artículos que prohíben a diputados ausentarse durante el receso y crean una comisión para otorgar licencias. Ambos artículos fueron aprobados, pero Altamirano y Fernández votaron en contra.
- 23 de abril de 1825 (Águila Mexicana, 27 de abril; El Sol, 3 de mayo): Se discutió un dictamen sobre el estanco del tabaco, que buscaba devolver el expediente al gobierno para reforzar su administración bajo un régimen estricto, como en 1809, para combatir el contrabando. Altamirano votó a favor del dictamen, junto a Cañedo, Paz, Cerratón, Ibarra y otros (total: 35), contra Fernández, Paz, Arce y otros (total: 7). Además, junto a Cañedo, Gutiérrez, Villegas, Arce, Ortega y Martínez Zurita, presentó tres proposiciones: 1) fijar el inicio de la independencia en 1810 (grito de Dolores); 2) reemplazar el tratamiento «don» por «ciudadano»; 3) secuestrar los bienes del duque de Terranova (descendiente de Cortés) por ser un "feudo infamante". También se aprobó la abolición de títulos nobiliarios (condes, marqueses, etc.), y Altamirano, junto a Ortega, Aznar y Dondé, propuso añadir la abolición de cruces y distinciones monárquicas, que fue remitida a la comisión de justicia. Su apoyo al estanco del tabaco refleja pragmatismo fiscal, mientras que las proposiciones conjuntas muestran su compromiso con los ideales republicanos y anticoloniales.
- 30 de abril de 1825 (Águila Mexicana, 3 de mayo): Se retomaron las proposiciones de Altamirano y otros sobre la independencia, el tratamiento de «ciudadano» y los bienes de Terranova. Las proposiciones 1 y 2 (independencia desde 1810 y uso de «ciudadano») fueron admitidas a discusión el 4 de mayo, pero la 3 (bienes de Terranova) fue rechazada, con Covarrubias salvando su voto. La admisión de las primeras dos propuestas indica apoyo a su visión republicana, mientras que el rechazo a la propuesta sobre Terranova sugiere resistencia a medidas confiscatorias.
- 3 de mayo de 1825 (Águila Mexicana, 6 de mayo): Se discutió un dictamen sobre penas a desertores, retomando artículos debatidos el 16 de abril. Altamirano votó inicialmente en contra del artículo 6, que imponía penas de 4 meses de trabajo en cuartel y recargos para desertores en tiempo de paz, junto a Fernández, Risa, Mesa Jiménez y Mimiaga (total: 5), frente a una mayoría que incluía a Cañedo, Paz, Arce y otros (total: 35). Sin embargo, cambió su voto a favor en la aprobación final, mostrando un enfoque pragmático tras considerar la necesidad de disciplina militar, aunque con reservas.
- 5 de mayo de 1825 (El Sol, 8 de mayo): Se discutió un dictamen sobre un indulto a desertores que se presentaran dentro de 30 días tras la publicación de la ley, eximiéndolos de penas (aunque no de notas en sus filiaciones). Altamirano votó en contra del indulto, junto a Paz y Arce (total: 3), frente a una mayoría de 24. Su oposición, alineada con el argumento del ministro de guerra de que los indultos fomentaban la indisciplina, indica que priorizó el rigor militar sobre la clemencia, contrastando con su enfoque humanitario previo.
- 20 de mayo de 1825 (Águila Mexicana, 4 de junio): Se discutió un dictamen sobre la memoria del secretario de hacienda, que proponía organizar provisionalmente una oficina de contaduría con empleados cesantes o de la secretaría de la Cámara. Altamirano propuso una adición para exceptuar a los taquígrafos de ser utilizados en esta oficina, pero no fue tomada en consideración. Su propuesta refleja su interés en proteger a los taquígrafos, posiblemente por su rol esencial en el Congreso o su conexión personal con el oficio.
- 5 de agosto de 1825 (Águila Mexicana, 8 de agosto; El Sol, 8 de agosto): En esta sesión extraordinaria, se aprobó un dictamen de la gran comisión que asignó nuevos cargos a varios dputados. Altamirano fue nombrado miembro de la comisión de legislación, reemplazando al Sr. Franco, en un grupo que incluía a Lombardo como presidente y a Álvarez como nuevo integrante en lugar de Mimiaga. La sesión también abordó temas administrativos, como la decisión de no tratar solicitudes particulares durante las sesiones extraordinarias, y se recibieron oficios, como uno del diputado Heras, quien pidió ser exonerado por motivos de salud. Altamirano no intervino directamente, pero su nombramiento en la comisión de legislación refleja su creciente rol en debates legislativos clave.
- 6 de agosto de 1825 (El Sol, 9 de agosto; Águila Mexicana, 9 de agosto): Se informó que Manuel Altamirano, junto con los diputados Bracho, Díaz Luna y Monjardín, había recibido una licencia durante el receso del Congreso, aprobada por la comisión encargada de estos asuntos. La licencia de Bracho fue por seis meses, pero no se especificó la duración de la de Altamirano. Esto indica que, tras su participación activa en las sesiones previas, tomó un breve receso, posiblemente por motivos personales o de salud, aunque regresó para las sesiones de septiembre.
- 7 de septiembre de 1825 (Águila Mexicana, 10 de septiembre; El Sol, 10 de septiembre): Durante el debate sobre el proyecto de ley de libertad de imprenta, Altamirano intervino en la discusión del artículo 16, que imponía una pena de 4 a 6 años de deportación al autor o editor de un impreso subversivo en primer grado, dejando la duración al arbitrio del juez. Altamirano se opuso al artículo, argumentando que abría la puerta a la impunidad: “Supongamos que yo fuese un enviado de la llamada santa liga. Que en desempeño de mis encargos subvertía por la prensa el orden público. Lo mismo puede hacer cualquier extranjero o peninsular que trate de salir de la república. ¿Qué sucedería en tal caso? Caería en poder de los jurados, quien según el artículo en cuestión sentenciaría al autor del papel subversivo a 4 o 6 años de deportación: esto es, a salir del país (según la explicación que se acaba de dar) en lo que no recibiría ningún castigo. Luego el artículo no es admisible.” Su argumento refleja su preocupación por la seguridad nacional y su visión crítica de las penas que podrían beneficiar a enemigos del país. Tras el debate, la comisión reformó el artículo, fijando la pena en 5 años de deportación, pero fue rechazado (15 a favor, 23 en contra) y devuelto a la comisión. La intervención de Altamirano, junto a las de Blanco, Ocampo y el ministro de justicia, destaca su enfoque humanitario y su énfasis en penas justas y efectivas, evitando arbitrariedades judiciales.
- 26 de septiembre de 1825 (Águila Mexicana, 28 de septiembre; El Sol, 28 de septiembre): Manuel Altamirano hizo una moción recordando a la cámara un mandato previo de inscribir los nombres de los héroes de la independencia con letras de oro en el salón de sesiones, mostrando su compromiso con la memoria histórica y los ideales independentistas. Fernández respondió que ya se había acordado hacerlo en el nuevo salón, lo que sirvió de respuesta a Altamirano. En la misma sesión, se debatió una proposición de Dieguez para limitar el acceso a puertos mexicanos a buques de potencias que reconocieran la independencia de México. Altamirano salvó su voto, junto a Peña, Dieguez, Abreu, Martínez Zurita, Cañedo, Blanco, Ovando, Muzquiz, Velez, Villegas, Gutiérrez (D. E.), Ortega y Fernández, contra la decisión de consultar al ministro de relaciones antes de discutir la propuesta. Su postura, alineada con Villegas, sugiere apoyo a la medida como un estímulo para el reconocimiento internacional, reflejando su visión estratégica y nacionalista.
- 17 de octubre de 1825 (Águila Mexicana, 19 de octubre): Manuel Altamirano solicitó una licencia de 15 días debido a la muerte casi repentina de su esposa y dos de sus hijos, para arreglar los asuntos de su casa. La licencia le fue concedida inmediatamente, reflejando el respeto de la cámara por su situación personal.
- 31 de octubre de 1825 (Águila Mexicana, 3 de noviembre): En esta sesión, se eligieron nuevos cargos en la Cámara: el Sr. Martínez de los Ríos fue electo presidente con 27 votos, superando al Sr. Robles (19 votos), y el Sr. Riva y Rada fue electo vicepresidente con 31 votos, frente a los 15 del Sr. Villegas. El debate principal giró en torno al dictamen sobre el arreglo del Distrito Federal, retomando discusiones previas sobre su gobierno económico, político y los derechos de sus habitantes. El diputado Lombardo, representante del estado de México, defendió con vehemencia los intereses de su estado, argumentando que el proyecto uniformaba el Distrito a los territorios sin garantizar derechos políticos ni considerar las rentas estatales, lo que podía dañar a México. Altamirano, como diputado suplente por Querétaro, participó activamente en esta sesión, votando a favor del dictamen junto con una mayoría significativa, lo que revela matices en su postura federalista. Altamirano aparece entre los diputados que apoyaron el dictamen en lo general, junto con figuras como Martínez Zurita, LaLlave, Díaz Luna, Reinoso, Covarrubias, Peña, Valentín, Febles, Cadena, Espejo, Fernández, Zozaya, Robles, Bustamante, Villegas, Ortega, Velez, Portugal, Cañedo, Santacruz, Dieguez, Escalante, Serrano, Cerraton, Arce, Mimiaga, Ovando, Ocampo, Gutiérrez (D.J.), Gutiérrez (D.E.), Abreu, Puente, Vega y el vicepresidente Riva y Rada. Este voto contrasta con la oposición de diputados como Paz, Perez de Lebrija, Zaldivar, Gómez Anaya, Muzquiz, Camarillo, Monjardín, Álvarez, Lombardo, Mora y Franco Coronel, quienes defendían los intereses del estado de México y se opusieron al dictamen por considerarlo perjudicial. El apoyo de Manuel Altamirano al dictamen sugiere un enfoque pragmático, priorizando la uniformidad administrativa propuesta por la comisión. Su voto a favor, alineado con diputados como Cañedo y Velez, con quienes colaboró en otras ocasiones (por ejemplo, en las proposiciones republicanas del 23 de abril de 1825), indica una disposición a respaldar medidas que fortalecieran la federación, incluso si implicaban tensiones con estados específicos como México. Sin embargo, su silencio en el debate, a diferencia de Lombardo, sugiere que optó por no intervenir directamente, posiblemente porque el tema no afectaba directamente a Querétaro o porque confió en los argumentos de la mayoría.
- 1 de diciembre de 1825 (Águila Mexicana, 3 de diciembre de 1825): En la sesión del 1 de diciembre de 1825, Manuel Altamirano votó a favor del artículo 3 del proyecto sobre el Distrito Federal, que establecía que "el Distrito Federal no tendrá representantes en la cámara de senadores". Este artículo, debatido intensamente, generó una votación empatada (24 a 24) y luego fue reprobado por 24 contra 22 votos, con Altamirano entre los que lo apoyaron inicialmente. Su voto a favor, junto con diputados como Martínez Zurita, Peña, Valentín, Cadena, Portugal, Cañedo, y Riva y Rada, refleja su respaldo a la postura de la comisión, que argumentaba que la Constitución no otorgaba senadores al Distrito Federal por no ser un estado, basándose en el artículo 25 (el senado se compone de dos senadores por estado). El discurso del diputado Portugal, detallado en el texto, defendió esta posición contra las objeciones de Lombardo y González D. Justo, quienes argumentaban que el Distrito Federal debía tener senadores por ejercer el Congreso funciones legislativas estatales en su territorio. Portugal replicó que la elección de senadores no era una función legislativa y que, en un sistema representativo, los habitantes del Distrito debían tener diputados, pero no necesariamente senadores. Altamirano, al apoyar esta postura, mostró su apego a la literalidad constitucional, aunque la reprobación final del artículo indica la complejidad del debate y las tensiones entre federalismo y representación.
- 16 de diciembre de 1825 (El Sol, 23 de enero de 1826): Manuel Altamirano, como miembro de la comisión de legislación junto con los diputados Mimiaga, Pando, y Valentín, firmó un dictamen que insistía en integrar el tribunal supremo de guerra y marina a la alta corte de justicia, en contra de la desaprobación del Senado. El dictamen argumentaba que esta integración era una ley ordinaria, no constitucional, y que los ministros de la corte actuarían como togados, no como miembros del tribunal supremo, para juzgar casos militares. La respuesta de un crítico (B.F.L.) en El Sol cuestionó esta postura, alegando que ampliaba excesivamente la jurisdicción de la corte, violaba el artículo 154 de la Constitución (que preservaba fueros militares), y podía generar abusos judiciales al otorgar poder excesivo a ministros civiles.
- 28 de diciembre de 1825 (Águila Mexicana, 30 de diciembre de 1825; El Sol, 30 de diciembre de 1825): En la segunda junta preparatoria de ese día, Manuel Altamirano participó en la renovación de cargos de la Cámara, un evento clave para su organización interna. Recibió un voto para la presidencia (frente a los 25 de Reinoso, electo presidente, y 12 de Lombardo), y fue postulado para la vicepresidencia, aunque no obtuvo la mayoría (Aznar fue electo con 32 votos frente a los 9 de Villegas). El texto menciona: «Se procedió a la elección de presidente, resultando electo el señor Reynoso, diputado por Jalisco, con 25 votos, habiendo obtenido 12 el señor Lombardo, 2 el señor Díaz Luna y 1 los señores Altamirano, Aznar y Zurita. Para vicepresidente fueron postulados los señores Aznar, Arce, Villegas, Altamirano, Covarrubias, Lombardo, Díaz Luna, Paz y Febles. No habiendo reunido mayoría de votos ninguno de los mencionados, se repitió la votación entre los señores Aznar y Villegas, que obtuvieron mayor número de votos, resultando electo el primero, diputado por Yucatán, con 32 votos, por 9 que obtuvo el señor Villegas». Esta participación, aunque no resultó en su elección, refleja su reconocimiento entre sus pares, ya que ser considerado para cargos de liderazgo indica prestigio y confianza en su capacidad legislativa. El debate sobre la reiteración del juramento, requerido por el artículo 9 del reglamento interno, también marcó la sesión. Altamirano, al jurar junto con los demás diputados, acató la decisión mayoritaria, a pesar de las objeciones de Franco Coronel y Díaz Luna, quienes consideraban innecesario repetir el juramento para diputados ya en funciones. Su aceptación del juramento refuerza su respeto por las normas institucionales, coherente con su perfil como taquígrafo y legislador meticuloso.
Nota: Resumen generado por I. A. Grok a partir de las actas publicadas.