viernes, 10 de enero de 2020

Mención del Dr. Manuel Altamirano en libro de historia y literatura de la estenografía de Karl Faulmann en 1895.

El Dr. Manuel Altamirano (1785-1865) fue mencionado en el libro Historia y literatura de la estenografía  (Geschichte und Litteratur der Stenographie) de Karl Faulmann (1832-1894), publicado en modo póstumo en 1895. Karl Faulmann fue un profesor, erudito, tipógrafo y teórico de la taquigrafía nacido en la hoy Alemania y fallecido en Austria.  En la página 143 del libro, y dentro de la sección de taquigrafía española, Faulmann menciona que, en México, la estenografía (taquigrafía) se introdujo a través de Manuel Altamirano, para registrar los acuerdos en el Congreso; y que éste fue seguidor del sistema de Martí. En el párrafo también se menciona la publicación de un libro de texto sobre este sistema por (Ignacio) Bustamante en 1855, y otro publicado en 1870 por el jefe de la oficina de taquigrafía y maestro (Rafael) Lozada.

El reconocimiento del Dr. Manuel Altamirano como el primer taquígrafo del Congreso en México, además de botánico, se puede encontrar en la biografía que de él hizo su nieto, el Dr. Fernando Altamirano (1848-1908) en su tesis Leguminosas Indígenas Medicinales y en el certificado que le escribió el Lic. Mariano Macedo en 1864, entre otros.


Enlace al libro.



Transcripción: In Mexico wurde die Stenographie durch Manuel Altamirano 1822 eingeführt, welcher vom Congress zur Aufnahme der Verhandlungen bestellt wurde; er war ein Anhänger Marti s. Bustamante veröffentlichte 1855 ein Lehrbuch dieses Systems, ein anderes mit einigen Veränderungen gab der Chef des Stenographenbureaus, Lozado, 1870 heraus, der auch den öffent-lichen Lehrstuhl für Stenographie in Mexico bekleidet.



jueves, 9 de enero de 2020

Dedicatoria al Dr. Manuel Altamirano, y breve biografía de él, en la tesis del Dr. Fernando Altamirano, «Leguminosas Indígenas Medicinales»

La tesis «Leguminosas Indígenas Medicinales» fue dedicada a la memoria del Dr. Manuel Altamirano. Se trata de la tesis que el Dr. Fernando Altamirano escribió y presentó para el concurso a la plaza de catedrático adjunto en la Escuela Nacional de Medicina de México. En la introducción de esta tesis, Fernando Altamirano mencionó las razones para escribir su obra y presentó una breve biografía de su abuelo, el Dr. Manuel Altamirano, a quien dedicó esta obra. Aquí está la transcripción de la parte de esa introducción donde se presenta la biografía del Dr. Manuel Altamirano:


LEGUMINOSAS INDIGENAS MEDICINALES
CONTRIBUCION AL ESTUDIO DE LA FARMACOLOGÍA NACIONAL

A LA MEMORIA
DEL DISTINGUIDO BOTÁNICO
Dr. MANUEL ALTAMIRANO.
TESTIMONIO DE AMOR FILIAL Y DE RESPETO A SU PROFUNDO SABER: El Autor.

INTRODUCCION.

[...]

Se me preguntará ahora, de dónde he tomado los datos que me han servido para formar este trabajo.

En primer lugar, la obra del Dr. Hernández sobre las plantas de México, 

[...]

Mi afán hubiera quedado sin éxito, si la fortuna no hubiera puesto en mis manos otro ejemplar de la obra citada, que había pertenecido a mi abuelo el Sr. Dr. Manuel Altamirano, y en el que había escrito de su propio puño, unas notas que vencieron mi dificultad. En estas encontré gran parte de lo que buscaba, y además algunas aclaraciones sobre la correspondencia entre el nombre científico y el mexicano que hoy se le aplica. Su trabajo no se limitó a la familia de que me ocupo, pues se extiende a la mayor parte de las que menciona el autor español.

El mérito científico de las notas de mi abuelo no es a mi humilde inteligencia a quien corresponde apreciarlo en su legítimo valor, ni quiero que mis apreciaciones se crean hijas de mi natural afecto a su persona. Me basta, para que se juzgue de él con la debida imparcialidad, citar aquí las textuales palabras de un célebre botánico de su época, el eminente profesor Cervantes, que decía: “Faltando yo, solo Altamirano podrá sustituirme.”

Su amor a la botánica y el ardiente deseo de dar a conocer nuestra flora, se revelan claramente en el asiduo afán y en la constancia admirable con que se dedicó a recoger por sí mismo las plantas del Valle de México, cuyas descripciones hacia; extendiéndose sus trabajos hasta una gran parte de la flora de Querétaro y de San Luis Potosí. Por este medio llegó a formarse un extenso herbario, que el tiempo y los trasportes destruyeron.

Escribió una Cartilla botánica en la que señalaba la clasificación de nuestras plantas más comunes, y la página de Linneo en donde se encontraban descritas. Vieron la luz pública varios de sus trabajos, tales como la descripción de la Lantana crocea que el Sr. La Llave insertó en el “Registro Trimestre;” las descripciones de algunas plantas de ornato cultivadas en Querétaro; consideraciones sobre los hongos venenosos, y cómo deben usarse, etc. Estos escritos y otros fueron publicados en diversos periódicos políticos cuyos ejemplares casi han desaparecido, lo que me obliga por ahora á no mencionarlos todos.

Diré también, que hay una planta indígena, llamada “Yerba del Cura” y cuyo nombre técnico es Ternstroemia Altamirania en honor suyo como botánico distinguido de su época.

Fue nombrado espontáneamente miembro de la Sociedad Médica de Madrid, nombramiento que recibió con sorpresa, pues jamás había solicitado este honor.

El notable político y jurisconsulto Sr. Luis de la Rosa, secretario de relaciones en esa época y de grandes conocimientos botánicos, lo comisionó para que describiese la flora del Estado de Querétaro, pero la revolución paralizó sus trabajos.

Poseía varios idiomas, como el francés, inglés, griego, mexicano, y sobre todo el latino, que hablaba y escribía correctamente, y enseñó por muchos años en el colegio de Querétaro.

Además, patriota desinteresado, abandonó en San Luis Potosí su escogida clientela y sus comodidades, para prestar sus servicios de taquígrafo en el primer congreso que se estableció en la Capital de la República; fue el primero que cultivó la taquigrafía en nuestro país, y con tal perfección, que podía seguir con la pluma la palabra de cualquier orador, escribiendo su discurso sin faltarle ni una coma. En esa época y las siguientes, sufrió grandes penurias por la escasez del erario, y sin embargo, jamás desmayó de su tarea, siempre se le vio entusiasta, dividir el día entre los negocios de la Nación y la ciencia de las plantas.

Por último, pasó el resto de su vida laboriosa en Querétaro, donde murió en 1865, el mismo día que cumplió 80 años, y en la misma casa que lo había visto nacer. Dejó inéditos gran número de trabajos botánicos, en los que anotaba las aplicaciones útiles de algunas plantas, la sinonimia vulgar, etc. etc., que desgraciadamente fueron destruidos en nuestros continuos movimientos revolucionarios.

Sus afanes, como se ve, pasaron desapercibidos, é ignorados casi todos sus escritos, tal vez porque ninguna asociación científica tuvo noticia de ellos ni podía dedicarse a buscarlos en épocas tan aciagas para nuestra patria.

Así es que, el olvido más profundo ha cubierto su memoria, lo que me ha obligado, como descendiente suyo, como mexicano y como amante de la historia natural, a consignar aquí estas páginas de su vida.

Además, he querido dedicarle este trabajo, como un homenaje a su memoria, y como un tributo de gratitud por los buenos servicios que me han prestado sus sabias anotaciones.

[...]

México, febrero 10 de 1878.

Fernando Altamirano


Portada de la tesis «Leguminosas Indígenas Medicinales», de Fernando Altamirano.

Retrato del Dr. Manuel Altamirano en la tesis «Leguminosas Indígenas Medicinales», de Fernando Altamirano.
Dedicatoria al Dr. Manuel Altamirano de la tesis «Leguminosas Indígenas Medicinales», de Fernando Altamirano.
Introducción de la tesis «Leguminosas Indígenas Medicinales», de Fernando Altamirano. Pag. I.
Introducción de la tesis «Leguminosas Indígenas Medicinales», de Fernando Altamirano. Pag. II.
Introducción de la tesis «Leguminosas Indígenas Medicinales», de Fernando Altamirano. Pag. III.

Introducción de la tesis «Leguminosas Indígenas Medicinales», de Fernando Altamirano. Pag. IV.

Introducción de la tesis «Leguminosas Indígenas Medicinales», de Fernando Altamirano. Pag. V.

Introducción de la tesis «Leguminosas Indígenas Medicinales», de Fernando Altamirano. Pag. VI.

Introducción de la tesis «Leguminosas Indígenas Medicinales», de Fernando Altamirano. Pag. VII.