En la sección "Miscelánea Taquigráfica" del ejemplar de junio de 1947 del Boletín de la Asociación Argentina de Taquígrafos Parlamentarios (año 1, número 4), se cita el artículo "El ejército constitucional" de Roberto J. Madan para la Revista Taquigráfica Brasileña de septiembre de 1938, donde se menciona la labor del Dr. Manuel Altamirano. El artículo informa lo siguiente:
La primera vez que en América española se utilizaron los servicios de taquígrafos para los trabajos parlamentarios fue cuando en el año 1822, en Méjico, el Congreso Constituyente, por resolución del 19 de abril del mismo año, designó a Don Manuel Altamirano para que junto con dos de sus discípulos, don Juan y don Francisco Aguilar, tomaran taquigráficamente las sesiones, pues "el soberano Congreso mejicano considera de primera necesidad la ilustración de los pueblos, para prepararlos a las reformas útiles de la sociedad, siendo un medio de contribuir a ella imprimir el diario de sus sesiones".
Don Manuel Altamirano que residía en san Luis Potosí, desempeñando una "cátedra de latinidad", era considerado como "práctico en el arte de la taquigrafía" y llevó a efecto su trabajo, según lo expresan sus biógrafos, "con éxito notable y con beneplácito de las autoridades".
Fuente: "Miscelánea Taquigráfica". 1947. Boletín de la Asociación Argentina de Taquígrafos Parlamentarios. Año 1, Número 4. Junio de 1947. Página 2.
El Dr. Manuel Altamirano (1785-1865) fue un médico y botánico mexicano. Colectó un extenso herbario con plantas de Querétaro, San Luis Potosí y el Valle de México, y realizó la descripción taxonómica de gran cantidad de plantas mexicanas. Además, fue maestro de latín y taquígrafo en el Primer Congreso Constituyente de México en 1822. Falleció el 20 de mayo de 1865, el día que cumplió 80 años, en Santiago de Querétaro.
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